miércoles, 20 de enero de 2010

De la Globalización a la Integración


Este es un ensayo que envié para postular becado a un diplomado al que fui aceptado, por lo que - sumado a mi alegría - quiero compartirlo con los que tengan paciencia de leerlo.


Introducción


Globalización, el tan usado y conocido termino de la era moderna o post moderna (dependiendo del autor). En el sentido común da cuenta de cómo estamos conectados e informados de cualquier parte del mundo, gracias a los medios de comunicación y ahora último, el Internet (característico de la cuarta fase de la globalización acelerada). Nos hacen ver los beneficios y los aspectos positivos de estar inter - conectados, pero pocas veces vemos el lado oscuro de este fenómeno y mucho menos, la larga historia detrás para llegar a donde estamos hoy en día. Pero como somos hijos de la misma globalización, vemos normal, aquello que tomo años e incluso siglos a estar donde está. Ejemplo de lo anterior tenemos el calentamiento global, los avances tecnológicos como los celulares, la medicina que avanza a pasos agigantados, las variadas tendencias sexuales, la participación femenina en ámbito laboral, el derecho de los niños, etc. Todo lo anterior, tuvo un costo en todo orden de cosas, y el dar a luz a alguno de ellos, es importante para generar conciencia. En este mismo punto, intentaré en este breve ensayo, dar cuenta (apoyándome en Humboldt y Ottman Ette) de ciertos hitos en las distintas fases de la globalización, sobre todo de la primera fase, para posteriormente enmarcar mi argumento que postula que más que hablar de globalización y lo que conlleva este concepto, hay que trabajar en la integración. Una integración de lo diferente pero tomado como diverso, de la tolerancia frente a los distintos (aparentes) caminos y de que manera una real comunicación, se enmarcaría en una con/vivencia e integración que consideré la individualidad y la autenticidad como oportunidades de crecimiento, pero no sólo teórico sino – y sobre todo – practico.

Desarrollo


La integración, si vemos desde otro foco las distintas fases de la globalización, estuvo latente su aplicación – es decir necesario - desde la llegada de Cristóbal Colon a América (primera fase de la globalización acelerada). Su travesía fue basada en un error, porque no logró llegar a su objetivo inicial y en consecuencia de ello, descubrió un Nuevo Mundo. “La llamada historia del descubrimiento de América comienza como historia de una equivocación y una alteración” (Sánchez, 2009 p. 19). Aquí comienza a desarrollarse en múltiples formas, el Error.


Con el alcance que no es algo que no debiera haber sucedido, sino todo lo contrario, gracias a ese error se inicio una nueva era en el Mundo “Los errores en un sistema pueden desarrollar una increíble y esencial productividad, por lo menos en el momento en que las suposiciones erróneas sustraen lo objetivamente imposible del terreno de los no realizable y lo colocan en la región de lo posible. Por el otro lado, se podría afirmar con toda razón que el éxito del primer proyecto global descansa en una poética del fracaso […] El principio de la globalización fue el error del sistema” (Sánchez, 2009 p. 19). Hasta este punto, el error humano ha sido una fuente de conocimiento y descubrimientos inmensos, que marcaron la historia del hombre para siempre. Sin embargo, tal como Las Casas expresa en su libro “La Brevísima Relación de la destrucción de las indias”; muestra la creciente aceleración de la historia del descubrimiento, pero también de la historia de la destrucción vinculada a ella" (Sánchez, 2009).

El error, a su vez, trae consecuencias nefastas para los aborígenes de América. Queda la balanza desequilibrada, es decir, el error que permitió el acceso a este nuevo mundo, al mismo tiempo fue la decadencia de los pueblos originarios. Y no sólo eso, se impone un estilo de vida considerado normal, porque lo diverso se ve como diferente, es decir, había que corregir estilos de vida, culturas distintas, porque iban en contra de lo tradicional. Su forma de aplicar esta corrección a lo diferente, fue la persuasión y en muchos casos, la violencia tanto física, cultural (perdiéndose en incendios o hurtos, valiosos objetos de la historia de los pueblos originarios) y de personas, convirtiéndolas en esclavos. Este punto fue uno de los principales errores de la primera fase de la globalización, porque por un lado logró conectar el Viejo Mundo con el Nuevo, pero simultáneamente, las distancias entre personas se hacían cada vez más grandes. (Mencionó el concepto “personas”, porque la asimetría y jerarquía, que se usa de la llegada de los “españoles” a América y su contacto con los “aborígenes” marca una distancia en el mismo lenguaje, que dificulta la integración entre personas de distintos lugares del mismo mundo). ”El error fundamental en el sistema de la globalización europea, apunta hacia una codicia europea por adquirir pertenencias y conocimiento que es contraproducente para el desenvolvimiento de un saber con/vivir en una dimensión global; incluso no le ofrece ninguna oportunidad para practicar el respeto mutuo” (Sánchez, 2009 p. 28)

La integración, de aceptar lo diferente como aprender de ello, dejarlo ser como intercambiar conocimiento, habría sido fundamental. Porque la integración es el otro elemento que acompaña y fortalece al Saber/vivir y el Con/vivir. Porque mientras el segundo elemento (Saber/vivir y Con/vivir) permite una sana interacción, la primera es la oportunidad para conocer los puentes de lo diverso y potenciarse con los diferentes conocimientos que tengan. Los colonos por ejemplo tenían conocimientos náuticos avanzados o armas de fuego, mientras los nativos sabían como con/vivir con la naturaleza.

Ya es tiempo que desarrollemos otra forma de entendimiento de lo que son las ciencias de la vida, la cual no debe dejar fuera la dimensión cultural en la definición del término vida (Sánchez, 2009 p. 41)”. Soy un hijo de la globalización y me encuentro que uno de sus primeros pasos, tuvieron hermosos descubrimientos, como muchos genocidios, violaciones, imposiciones y una serie de conductas que no tienen cabida en mi conciencia moderna o post moderna. ¿Podemos hacernos los ciegos e incluso los sordos ante nuestra historia? Me causa una variedad de emociones y pensamientos el haber tenido acceso a está versión de la historia universal, mas completa…más humana. Me imagino lo asombroso de haber llegado a un nuevo Mundo, naturaleza pura con hombres con/viviendo con ella sin destruirla, sino lo contrario, cuidándola. Sin embargo, me viene un sentimiento de impotencia o nostalgia, de darme cuenta como la historia de nuestro continente fue en base a derramamiento de sangre y como transversalmente, la historia de todos los países desde la llegada de los colonos, tienen muertes de hombres, mujeres y niños. ¿Dónde estaba la integración? Más que latente, estaba expresándose a gritos; más que sutil, estaba en los ojos de los niños; más que olvidada, se enterró constantemente.
No todo es tan malo y tan bueno, ante eso Humboldt tiene algo de verdad, que se complementa con Ette, en que los errores no sólo provocaron nuevos descubrimientos (y mucho dolor) sino que también, son motores de crecimiento en el sentido de asumir los errores, determinar que nuevo conocimiento se adquirió, pero por sobre todo, que aprendizaje se obtuvo para construir algo mejor. “Humboldt de ninguna concibió los errores solamente como “perturbaciones” y “accidentes de trabajo” mas o menos graves, sino asimismo como fuerzas productivas básicas del conocimiento humano. Porque justamente los errores y las equivocaciones pueden generar nuevos conocimientos dentro de la estructura de las redes y de la interacción. Se trata de elevarles a la conciencia (mundial)” (Leske, 2009 p. 29). Pero ¿Cómo lograrlo? Surgen conceptos como Solidaridad desde la perspectiva de Danilo Martucelli (que expreso en una conferencia) donde el ser solidario con otro, no es viendo sus problemas como algo que no me va a suceder a mi y no me influye, sino que ver a ese otro se trata de tomarlo como una persona ,como un igual, que al ser solidario o ayudarlo, estaré ayudándome a mi también porque nadie sabe la cadena de hechos que pueden hacer que ese lejano, sea más cercano a mi de lo que pensaba; porque estamos todos conectados y como dijo también Humboldt, todo es interacción. Otra opción es que aparte de ser solidario, ya que no se fue en un comienzo con los nativos, es integrando ese aprendizaje para crear algo nuevo sobre el error cometido.


Poco a poco la integración comienza a tomar forma con el Error en todas sus facetas, de abrir y cerrar, como también la interacción con un otro en un mismo sistema, a través de la solidaridad.
Los cambios, no hay que verlos como un fin, sino como un constante camino. ¿Por qué luchar por algo que no se va a lograr conseguir? Porque a medida que uno va gestando ese cambio, se da cuenta que constantemente se puede hacer más y no con un sentido inconformista, sino con un sentido de superación permanente. “El arte humboldtiano del fracaso es un arte de vivir: enfoca la suerte de no llegar a la cima, de no llegar a ninguna parte porque entonces se terminaría la historia […] la suerte de estar siempre en camino, incansable, siempre preparado” (Leske, 2009 p. 39)

Me sumo al estilo de Humboldt de estar siempre en camino, en un camino de integración constante, de errar con un fin positivo; solidario con otro, porque lo seré conmigo mismo; de comunicarnos entre diferentes y diversos para aprender del otro y concretar ideas, sueños. Está recién comenzando este camino, está nueva travesía. ¿Quién se atreverá a ceder sus propios intereses en post de un todo? ¿Quién dejara de hablar, y callara para escuchar con sinceridad? Espero que surjan nuevos líderes, donde apliquen un estilo de liderazgo en que el que es líder, no es aquel que acapara todo el poder, sino el que lo distribuye inteligentemente. Una nueva generación, no de personas, sino de conciencias transversales a las edades, del cuidado del medio ambiente y de la gente. Pero no un cuidado por miedo a morir, sino un cuidado con ganas de con/vivir ¿Quién sabe de eso? Los mismos nativos que tantos siglos atrás fueron arrasados. Se vuelve paradójica la historia, los “vencidos” son realmente los “ganadores”, no olvidaron que son parte de la tierra y no dueños de ella, su estilo de vida era integrando (con/viviendo) y no excluyendo. ¿Dónde están sus voces para aprender de ustedes? Solo son escuchadas como protestas y no como mensajes.


¿Qué es la globalización? ¿Descubrimientos, avances o auto destrucción, inconciencia? La globalización no da cuenta de la totalidad de conexiones que están presentes entre las personas, la integración puede ser su siguiente paso. ¿Estamos dispuestos a integrarnos, tolerarnos y escucharnos?



Conclusión


Ningún error más peligroso que el de confundir el efecto con la causa; yo le llamo la verdadera perversión de la razón” (Nietzsche, 2004). Hay que tener cuidado de justificar los errores. Una cosa es que el error tenga un ámbito positivo como negativo y otra muy distinta, el justificar la matanza de los aborígenes, como parte del nuevo conocimiento que se estaba gestando por ejemplo. La causa de que Colon llegará a América fue un error, pero el efecto también fue un error. El error fue causa y efecto, causa de descubrimiento y efecto de calamidades que hasta hoy en día tiene consecuencias.

El camino de la globalización a la integración es causa y efecto constantemente; de cambios concientes como causa y en la practica como un mejor medio ambiente, como efecto.
La gran causa de todo cambio, de todo pesar, de todo movimiento, sin ser demasiado románticos, es el interior del hombre. Es su interior, desde sus afectos, hasta sus ideas, son los generadores de su propio destino; que ya no tiene que ser pensado antropocéntricamente, sino holisticamente, en un todo integrado. Abrir los ojos, aprender a observar y ver lo conectados que estamos, lo positivo de integrarse y lo egoísta que hemos sido con nosotros mismos. Podemos causar ese paso a la integración, pero con voluntad; se puede construir en ruinas, con intención; es momento de dar un paso, con convicción: ya es hora de dejar de ser simples espectadores y desde uno mismo, desarrollar la tolerancia, la comunicación, la integración de lo diverso. "Cualquiera que disponga de los medios para CONTRIBUIR, poco a mucho, a cambiar las cosas y no lo haga se torna cómplice de su mantenimiento" (Ibáñez, 1993)


El error abre puertas, la solidaridad comunica lo aparentemente ajeno, el aprendizaje demuestra crecimiento, la globalización un peldaño que ya hemos sabido subir. La integración, junto al Saber/vivir, el Con/vivir, es un camino para peldaños nuevos, diferentes, con conciencia de su historia, de sus caídas, de los dolores causados a otros y el efecto recibido por ello (como la sífilis en la primera fase de la globalización). Tenemos tantas personas, culturas y estilos diferentes de pensar/hacer las cosas, que son una fuente inagotable de conocimiento que pueda comunicarse para hacer cosas, para practicar un estilo de vida respetando lo diverso, lo autentico de cada situación, persona y cultura.


Si tuviera la formula para lograr este paso que he desarrollado en este ensayo, la repartiría en todos lados. Pero asumo que lo hecho hasta el momento es una pequeña luz y lo poco que he logrado para acercarme a este ideal de integración, que no lo veo tan difícil, es el arte de escuchar que lo entiendo como la capacidad de dejar de lado los problemas de uno, y tomar atención a lo que nos dice el otro; indagar en sus inquietudes y conocerlo, en sus pensamientos, afectos y acciones. ¿Es tan difícil callar para escuchar sinceramente a otro? Me di cuenta que este es un camino, tal como lo entiende Humboldt, que vale la pena seguir como un estilo de vida… como un paso de la globalización a la integración.






Bibliografía



- Ibáñez, T. (1993). La dimensión política de la Psicología Social. En T. Ibáñez (Ed.), Psicología social construccionista (pp. 281-297). Guadalajara: Universidad de Guadalajara


- Nietzsche, F. (2004). El Ocaso de los Ídolo. Buenos Aires: Buró


- “Naufragio con supervivientes. Acerca del fracaso en/de la globalización y de la globalización del fracaso”. En Sánchez, Ivette y Spiller, Roland, erd., Poéticas del Fracaso. Tubingen: Gunter Narr Verlag, 2009, pp. 15-46.


- “Los fallos en el sistema y el arte de fracasar – Alexander von Humboldt o la suerte del nunca llegar”. Prufer Leske, Irene, ed., Alexander von Humboldt y la actualidad de su pensamiento en torno a la naturaleza. Bern: Peter Lang, 2009, pp. 25-44.



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