accedía a una oscuridad
de desconexión con el resto
para estar conmigo mismo.
Pero sin previo aviso
vibraciones, notas, música
hacían que la frase de Rolando Toro
de escuchar la música con el cuerpo
se hiciera presente.
Está vez no solo cerré los ojos
sino que tuve un viaje
donde las palabras no son suficientes
donde lo hermoso es maravilloso.
Quise caminar por el mar
y lo hice sin vacilar
miré el sol
y no me dolió hacerlo
quise ir al bosque con una laguna al medio
y me bañe
me vi como un anciano
con barba blanca
tunica blanca
un bastón de madera
y una templanza que irradiaba de mis poros
Mi viaje recién comenzaba
fui a una llanura
y sentí el viento en mi cuerpo
vi el cielo
y volé hacia él
me sentí parte de las nubes
fui una brisa mas
fui un ave aleteando sin titubear.
Luego me vi en los rieles de un tren
con el atardecer frente a mi ser
caminaba con convicción hacia la luz
y sonreía porque era yo mismo
no quería que se detuviera
era mas que una sensación.
En este simultáneo viaje
llegue donde un ser hermoso
quería sentirlo
abrazarlo
aunque fuera en mis recuerdos
y de un momento a otro
dejo de ser una imagen del pasado
y te abrace padre
sentí tus manos
y tu energía que me llena
me tranquiliza
y me da fuerzas
Mi cuerpo físico
manifestó ese momento
con lágrimas
no de pena ni nostalgia
sino de emoción
de que sólo tenia que cerrar mis ojos
escuchar la vibración de la canción
y tendría mis manos con las tuyas
para sentir un verdadero amor
Y el viaje continua
con las personas que voy conociendo
aprendiendo de la diversidad
integrando lo opuesto
agradeciendo los momentos
y sonriendo ante la duda
viviendo ante la pena
y abrazando a la incertidumbre.
BeNjO